El Consejo directivo de la Entidad de Conservación del Soto analiza pormenorizadamente el formato que debe usar para poder realizar una encuesta individualizada a cada vecino y saber de primera mano cuál es su parecer en caso de hacer una prueba y poner sentido único en una parte de la calle Azalea y en otro tramo de la calle Begonia.
Evidentemente, es el ayuntamiento de la ciudad, y en este caso, el departamento de Seguridad Ciudadana y Tráfico, el que tiene potestad para organizar un cambio de este tipo en calles que siempre han tenido dos sentidos. La idea de la Entidad es reforzar su postura antes de trasladársela al ayuntamiento presentando una mochila cargada de firmas de los vecinos. Veremos qué ocurre, pues ya se sabe que las encuestas “las carga el diablo”.
Además, en Azalea y más concretamente en el principio de la calle, ya se han intentado con anterioridad realizar "experimentos" de esta condición. Y todos obtuvieron el mismo resultado: vuelta a empezar.