La edad es ya la segunda causa de discriminación laboral en Europa y en España, por detrás de la etnia, según señala el Eurobarómetro en el estudio Discriminación en la Unión Europea en 2009.
Por debajo de la edad, se sitúan la discapacidad o el sexo. Este informe revela que el 15% de los encuestados han sido testigos de esta forma de exclusión, y que 6 de cada 100 aseguran haber sido víctimas en el lugar de trabajo o cuando buscaba un empleo.
"Cada vez hay más tendencia a considerar viejos a los mayores de 45 años en el entorno laboral", explica el jefe de prensa de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), José Alberto Álvarez. Un dato paradójico si tenemos en cuenta que la esperanza de vida ha aumentado más durante el siglo pasado que en los dos mil años anteriores. En función del país en el que residamos, podemos llegar a alcanzar hasta los 100 o, incluso, 120 años de vida. "Sin embargo -continúa Álvarez- nadie se considera mayor, todos rechazamos esta idea; y aquí está la base de la discriminación, en la estigmatización de aquellos que superan los 50 años".
Este rechazo también se ve reflejado en el mercado laboral. Según el informe publicado por la UDP, enmarcado en la campaña Por una sociedad para todas las edades, el número de parados mayores de 45 años ha aumentado un 10,5% desde 2009. Este colectivo ya representa más de un 35% del total de personas sin trabajo en España. y más de la mitad de ellos han superado el año sin empleo.
Los datos se vuelven aún más preocupantes si los analizamos desde 2007, año en el que comenzó la crisis. El número de parados de larga duración (es decir, los que llevan un año sin trabajo) se ha incrementado en un 571%. Dentro de la cifra de desempleados, el número de personas mayores de 45 años sin empleo se ha multiplicado por tres, y son un 17,5% los que llevan sin trabajar desde hace más de dos años. Unas cifras preocupantes si tenemos en cuenta que de estas personas depende la economía de sus familias.
"Es un contrasentido denegarle el trabajo a los que tienen más experiencia, que también son quienes más beneficios pueden reportarle a sus empresas", explica José Alberto Álvarez. "Desde el punto de vista del empresario -continúa- creo que me saldría más rentable una persona que sabe lo que hace y que, por tanto, resulta más eficaz en su puesto. Sin embargo, la nueva reforma laboral tiende a lo contrario. Facilita el despido de la gente con una trayectoria laboral más larga". Otra de las denuncias más comunes es la de que, cada vez más, se tiende a sustituir a los trabajadores más experimentados por recién licenciados o becarios, que suele conllevar entre un 50% y un 75% de ahorro salarial. "Otro contrasentido -lamenta Álvarez-. Gracias al incremento de la esperanza de vida un tercio de la población en 2050 será mayor de 65 años. No hay ninguna economía que se pueda permitir desaprovechar este capital humano".
El ratio de personas que cotizan hoy en día frente a las que no lo hacen es de 4 a 1. Es decir, hoy hay cuatro personas trabajando para que una que no lo hace pueda acceder a los servicios de salud gratuitos o cobre su pensión. En 2050 este ratio será de 1 a 1. "Es evidente que este sistema no es sostenible", señala Álvarez.