El duque de Palma, Iñaki Urdangarin, era la “cara visible” de la trama que encabezaba el Instituto Nóos y estuvo ligado a las maniobras de “salidas invisibles” de dinero a paraísos fiscales y a "singulares operaciones de valores" que se efectuaron a través empresas pantalla.
Es la conclusión del fiscal Anticorrupción del caso Palma Arena, Pedro Horrach, que figura en el sumario. Urdangarin y su socio, Diego Torres, así como otros gestores y ex altos cargos políticos del PP, están siendo investigados por supuesta malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, falsedad documental y prevaricación. A los dos socios los acusa el fiscal de haber realizado "concursos amañados", facturas "con conceptos falsos" en los eventos denominados Forum de Illes Balears, celebrados en 2005 y 2006.
En el informa de conclusiones, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el fiscal sostiene que así ocurrió, pese al “aparente abandono” que Urdangarin habría hecho en junio de 2006 de sus cargos, cuando la Casa del Rey obligó al duque de Palma a renunciar a sus negocios y compañías. Horrach atribuye al duque la propiedad, junto a su socio, Diego Torres, de la empresa pantalla De Goes Center For Stakeholder Management, que habría ocultado fondos en paraísos fiscales, y lo relaciona con la Fundación del Deporte, la Cultura e Integración Social, que adquirió dicha empresa para llevar a cabo la supuesta evasión de capitales.
Un informe de la policía sobre la arquitectura financiera de evasión de De Goes sostiene que “de la documentación intervenida se infiere que presumiblemente Diego Torres e Iñaki Urdangarin han podido utilizar dicha estructura fiducidaria para desviar fondos procedentes del instituto Nóos".
Urdangarin ingresó 720.000 euros, gracias a los negocios de los foros con los Gobiernos de Baleares, a través de Aizoon -la empresa mercantil familiar que compartía con su esposa, la infanta Cristina-. En esa operación figuraba el concepto “gestión de logística”, “diseño y dirección” y “colaboración elaboración observatorio permanente”. Una actuación profesional que “no corresponde a la realidad”, según señala el fiscal Horrach, porque habría sido otra empresa la encargada de la logística. Además, el fiscal atribuye al duque de Palma la participación directa en un concurso amañado en el que una de las empresas de Nóos presentó un contrato con firmas falsas, según el testimonio de la persona a la que se suplantó.
Urdangarin “está vinculado desde 2006 hasta hoy” a la empresa adquirida por el grupo Nóos para efectuar la supuesta ocultación de fondos en paraísos fiscales, De Goes Center For Stakeholder Management. Así consta en los escritos de indagación del fiscal, remitidos al juez José Castro. Horrach basa estas acusaciones en los cruces de datos y nombres aportados por la Agencia Tributaria y el Grupo de Delincuencia Económica, que le han servido para afirmar que la compañía De Goes percibió 300.000 euros de Nóos y generó “salidas invisibles” de 420.000 y 50.000 euros, respectivamente, fuera del país.
La investigación tiene localizados al empleado que hacía las operaciones, el panameño Gustavo Newton Herrera, los poderes otorgados a Diego Torres y la reseña de la sociedad fantasma Blosomhill Assets. Además, está imputado en el caso el abogado barcelonés Salvador Trinxet por haber elaborado supuestamente la arquitectura mercantil de las sociedades opacas. En su relato, el fiscal resalta el volumen de una “operación singular” de inversión en valores en España del grupo Nóos por 1,3 millones de euros.