El juez José Castro, titular del juzgado de instrucción número 3 de Palma de Mallorca, ha imputado al yerno del Rey, Iñaki Urdangarin, y le citará a declarar el 7 de febrero de 2012. El Duque de Palma ha pasado de ser cortejado por periodistas, políticos, empresarios y banqueros a convertirse en un apestado. Y entre las razones que má sinfluyen en eso, es la percepción por parte d ela opinión pública española, de que sus andanzas pueden dañar a alguien tan querido y apreciado como el Rey Juan Carlos y en consecuencia a la Monarquía española. Su figura ha sido apartada de la familia real en el Museo de Cera de Madrid y enviada a la sala de deportes, todo un síntoma como tantos otros de que el cordón sanitario que protegía a la Casa del Rey se ha roto. Hoy se preguntan en algunos foros si la camiseta de Urdangarin que cuelga del techo del Palau Blaugrana como homenaje a una larga trayectoria en el Barcelona no debería ser también retirada. Nada tiene que ver una cosa con la otra, pero son ejemplos de cómo Urdangarin se ha convertido en el blanco perfecto donde atizarle a una monarquía tan valorada durante años en las encuestas como sobreprotegida en la opinión pública. Quien llegó a ser considerado el yerno perfecto, el candidato idóneo para marido de una infanta, es ahora un apestado, que nadie, ni en Zarzuela ni en los museos, quiere a su lado.
LA CITACIÓN JUDICIAL
La citación se formaliza, de acuerdo con el fiscal anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, al alzarse el secreto judicial sobre los más de 2.000 folios de la investigación por supuestas prácticas delictivas en el conglomerado de empresas del Instituto Nóos, un organismo sin ánimo de lucro que impulsó el duque de Palma como presidente. Como explica Andreu Manresa en El País, en la causa judicial abierta se rastrean indicios de delito de malversación de caudales públicos, falsedad documental, fraude a la Administración y prevaricación, en una pieza separada del caso Palma Arena, en el que está imputado el expresidente balear Jaume Matas (PP) por adjudicaciones ilegales de un macropolideportivo.
LA PERIPECIA DEL INSTITUTO NÓOS
El instituto Nóos organizó dos congresos de fomento turístico de la isla a través del deporte por los que cobró 2,3 millones de euros del Gobierno balear. La investigación ha detectado que más de la mitad de ese dinero fue a parar a empresas con ánimo de lucro del propio Urdangarin o de su socio, Diego Torres, imputado en el caso. La investigación ha descubierto también las mismas prácticas con tres ediciones de los Summit del deporte en la Comunidad Valenciana por las que el Gobierno de Francisco Camps llegó a pagar casi tres millones de euros. Los eventos con ambos Gobiernos del PP se desarrollaron entre 2004 y 2006.
GASTOS SIN JUSTIFICAR
Las empresas de Urdangarin, según la investigación judicial, no pudieron justificar todos los gastos o lo hicieron de manera irregular. Entre las empresas privadas a las que se derivaron fondos logrados por Nóos figura la sociedad Aizoon, propiedad del duque de Palma y la infanta Cristina. Aizoon facturó varios cientos de miles de euros por su apoyo logístico a los eventos en Baleares. El desvío de fondos, según la investigación, lo maquillaban a través de "la contratación de servicios ficticios a sus propias entidades mercantiles o presumiblemente facturados por importe superior al servicio realmente prestado". La infanta Cristina y Carlos García Revenga, asesor de la Casa del Rey, formaron parte de la junta directiva de Nóos hasta junio de 2006, en la que dimitieron al igual que Urdangarin.