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La izquierda más radical se cuela dentro

Nido de holgazanes y suciedad en el hotel Madrid

miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h
Nido de holgazanes y suciedad en el hotel Madrid
El asalto fue planificado por un grupo de ultraizquierda que ya lo había intentado antes en dos ocasiones, según la Policía. Está formado por «okupas», anarquistas y antisistema.

Ni «indignados» ni 15-M. Los «okupas» atrincherados en el abandonado Hotel Madrid de la calle de las Carretas son radicales de izquierda que intentan, una vez más, azuzar el espíritu de protesta de quienes se echaron a la calle por última vez el pasado 15 de octubre. La toma del edificio de la inmobiliaria Monteverde, además, no fue ni mucho menos un acto espontáneo, como han manifestado sus promotores. Se trata de una acción largamente deseada por estos ultras, que ya lo habían intentado con anterioridad, al menos, en dos ocasiones.

Así lo manifiestan a ABC fuentes policiales de toda solvencia. Lo que ocurrió tras la masiva protesta por las calles de Madrid del día 19 había sido orquestado por distintos grupos de ideología radical. Aquella madrugada entraron 80 personas, de las que esta semana apenas quedaban la mitad. Según nuestros informantes, el grueso de los «okupas» forman parte de «Rompamos el silencio», un colectivo muy vinculado al Patio Maravillas, uno de los principales edificios «okupados» de Madrid. «Rompamos el silencio» es «un grupo que formaba parte del 15-M», añaden las mismas fuentes, «pero el 15-M no es un movimiento de extrema izquierda». Es más, no es ni siquiera una entidad en sí, sino un movimiento ciudadano. En cambio, «Rompamos el silencio» sí puede definirse como un grupo constituido como tal. «La toma del hotel no fue espontánea. Se hizo a espaldas del 15-M, como un hecho consumado. Lo tenían preparado de antes». Es más, «Rompamos el silencio» comenzó a funcionar en 1997, como una iniciativa de desobediencia civil, eso sí, partiendo de la base de acciones pacíficas. Entre sus filas y el resto de grupúsculos que agitan la toma del hotel se encuentran elementos dispersos de extrema izquierda, «okupas», anarquistas y antisistema. Un cóctel que lleva ya tiempo, casi desde el primer minuto, intentando capitalizar con consignas ultras el debate en muchas asambleas del Movimiento 15-M.

Sirva la siguiente «declaración de intenciones» para establecer una radiografía del principal grupo infiltrado entre los muros del Hotel Madrid. En su «semana de lucha» de mayo de 1998, ellos mismos explicaban: «Hemos decidido romper el cerco de silencio levantado en torno a los problemas y las luchas que vivimos cotidianamente, irrumpir en medio del decorado del supuesto estado del bienestar, la euforia por la Europa del euro y de la “España Bien”. Somos pres@s, niñ@s, okupas, inmigrantes, prostitutas, parad@s/precari@s, jóvenes de los barrios, insumisos,... Somos tod@s aquell@s que tengan algo que gritar y que quieren hacerlo junto a otr@s sic. Durante toda la semana habrá debates, manifestaciones, acciones directas, fiestas...». Eran quienes gestionaban la casa «okupa» «El Laboratorio», tan famosa en aquella época. Las fuentes consultadas por este periódico especificaron que en los últimos tres años ya habían intentado entrar en el hotel mencionado en dos ocasiones anteriores. Lo hicieron de la mano de la Coordinadora Antifascista, una de las sucursales más poderosa de la extrema izquierda, entre la que se encuentran muchos jóvenes violentos de la rama «sharp» y «red skin». La relación con los otros dos edificios «okupas» de Madrid más representativos es clara. Como durante la polémica acampada, los sectores ultras reciben cobertura, sobre todo de medios técnicos, de Tabacalera y Casablanca.

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