Casas derruidas, indescriptibles escenas de pánico... Un terremoto de magnitud 7,2 ha devastado varias provincias del sureste de Turquía. Y continúa el peligro. Ya entrada la noche se han registrado dos fuertes réplicas en la zona, una de 5,1 y, unas horas después, otra de 6,0 a una profundidad de sólo 9 km. A las 4.00 de la madrugada el número de fallecidos ya superaba las 200 personas. El número de desaparecidos bajo los escombros también es muy alto y se estima que la cifra podría superar las 400 personas. La provincia de Van y la ciudad de Ercis han sido los lugares más afectados hasta el momento. En Ercis, la que más daños ha sufrido, murieron 117 personas; mientras que en Van perdieron la vida unas 100 más. Más de 1.000 han resultado heridas y los equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes.
En un mensaje desde la ciudad de Van, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado esta pasada noche que aún hay muchas personas bajo los escombros y que hay mucha preocupación por varios pueblos de la región que han quedado totalmente destruidos. Sólo en Ercis, al menos 55 edificios han quedado totalmente destruidos, muchos de ellos bloques de apartamentos, informa Efe. En Van, una ciudad de casi medio millón de habitantes, se han derrumbado al menos dos edificios grandes, uno de ellos de siete pisos, y se teme que haya numerosos vecinos atrapados bajo los escombros. El hospital universitario de la ciudad atendió a medio centenar de personas en el jardín de la institución, informa la agencia Anadolu. Se han cortado los sistemas de electricidad y de agua, y las líneas telefónicas están saturadas. Allí, en Van, los supervivientes del terremoto aseguran escuchar los gritos de personas atrapadas bajo los escombros, mientras esperan a que los equipos de rescate lleguen para ayudar a las víctimas. "De repente, el terremoto destruyó el edificio que estaba enfrente. Todos los que estábamos allí corrimos hacia el edificio. Consiguieron rescatar a dos personas heridas bajo las ruinas", explico a Reuters Halil Celik, un joven que vive en el centro de Van.
El epicentro del terremoto El epicentro se localiza en Tabanli, un pueblo a 30 kilómetros de Van, capital de la provincia homónima en el este de Turquía, cercana a la frontera iraní. Pero también las provincias de Bitlis, Mus, Batman, Diyarbakyr y Hakkari así como la de Dohuk en el norte de Irak, han sido afectadas, aunque en mucha menor medida. No obstante, el terremoto ha sido de tal magnitud (7,2) que se ha dejado sentir en algunas ciudades de Irán. Mayor aún es la destrucción en la vecina ciudad de Ercis, de unas 80.000 personas. El alcalde, Zülfikar Arapoglu, dijo a la televisión turca NTV que "hay muchos muertos. Varios edificios han colapsado; hay una enorme destrucción. Necesitamos ayuda urgente". Según la Media Luna Roja, unas 25 casas se han derrumbado en esta ciudad, afirma el diario Todays Zaman. Falta toda la información sobre los pueblos de los alrededores. El aeropuerto de Van, sin embargo, permanece abierto al tráfico aéreo. La Dirección General de Emergencias (AFAD) dice que ya se han enviado unos 500 profesionales de rescate y salud desde 40 provincias a la zona. El terremoto ocurrió a las 13:41 horas (una hora menos en España) y su epicentro se localiza a cinco kilómetros de profundidad. El temblor duró unos 25 segundos. A las 13:48 tuvo lugar un segundo seísmo, de 5,5 grados, y a las 13:56 un tercero de 5,5. En los pueblos cercanos hubo otros seísmos hasta media hora más tarde, de magnitudes algo menores. Aunque en un principio, las instituciones turcas dieron la magnitud como 6,6; la corrigieron luego al alza.