Nadal lo reconocía al final del partido: "El número uno está finiquitado. Pero yo no soy más feliz por estar en el número uno, o en el número dos. Soy feliz compitiendo contra los que me toca jugar". El manacorí no pudo vencer en la final del Masters de Madrid a Djokovic, que sigue imparable en este año 2011.
Pues sí: por lo visto ayer en la Caja Mágica, nadie en la Tierra, ni en la tierra batida ni fuera de ella, puede vencer ahora a Novak Djokovic, o Djoker Nole, como prefieran. La conquista del Everest de la tierra batida llamado Rafael Nadal era uno de los ochomiles que quedaban a Djokovic, quien ahora ojea otras cumbres: Roland Garros, Wimbledon, el número uno del mundo...