El caso Carioca no deja de suscitar sorpresas. Así, en las conversaciones intervenidas a los imputados se relata un episodio en el que José Manuel García Adán, dueño del Queens, accede a pagar el aborto de una de las prostitutas embarazada de un cliente, un conocido empresario de la ciudad. Éste contacta con otro de los imputados, miembro de señalada importancia en la trama, para ponerle al corriente de lo sucedido. Se trata del sargento de la Policía Local, José Ramón Vázquez Río. El cliente cuenta que ha dejado embarazada a una de las mujeres y quiere que aborte para que no pueda acarrearle "problemas".
El agente es el encargado de intermediar entre el cliente y el propietario del club, por lo que la juez entiende que colabora en un delito de aborto. De las conversaciones entre ellos se infiere que la mujer, de origen colombiano, estaba dispuesta a tener al niño, si bien accede a abortar presionada por el jefe y el cliente fuera de los casos que permite la Ley. La mujer estaba embarazada de cinco semanas.