El actor Nicolas Cage ha sido puesto en libertad tras pagar una fianza de 11.000 dólares, horas después de su detención por "violencia doméstica" y "alteración del orden público" en Nueva Orleans, donde se encontraba rodando una película. Según informó el jefe de Policía local, Garry Flot, Cage estaba borracho y "muy intoxicado". Hasta tal punto que fue incapaz de mantener los ojos abiertos cuando la policía le hizo la foto de rigor en el momento de ser "fichado" en comisaría. El incidente ocurrió en el Barrio Francés, a las 11.30 de la noche del sábado. Cage y su mujer, Alice Kim, discutieron al parecer por una razón muy peregrina: el actor estaba empeñado en que la casa que habían alquilado en la ciudad estaba en el número 600 de Dumaine Street. Su esposa insistió en que ésa no era la dirección y el actor le tomó del brazo entre gritos.
Un taxista que pasaba por la zona dio aviso del incidente a la policía. "¿Por qué no me arrestáis?", fue la pregunta desafiante que lanzó Cage a dos agentes, cuando intentaron aplacar sus ánimos y convencerle para que regresara tranquilamente a su casa, según el sitio web TMZ. Intentaron disuadirle nuevamente, pero el actor siguió profiriendo gritos, hasta que los policías perdieron la paciencia y le pusieron las esposas.