Rossy de Palma y Antonio de la Torre han sido los encargados de inaugurar este sábado la edición número 14 del Festival de Cine Español de Málaga. Una vez más, el Teatro Cervantes de la ciudad acogió la gala de apertura del certamen, que en esta ocasión, transcurrió algo falta de ritmo y humor y con menos números musicales que el año pasado, aunque con más carga reivindicativa ya que los presentadores dejaron caer comentarios acerca de la necesidad de invertir más en cine español. Tras una alfombra roja en la que han sido especialmente aclamados actores "televisivos" como Mario Casas, Blanca Suárez o Hugo Silva, ha comenzado un espectáculo dirigido por el cineasta malagueño Ramón Salazar.
Con algo de retraso y después de un breve número musical, salió al escenario una Rossi de Palma imponente, con un vestido azul eléctrico adornado con una abertura infinita y que en más de un momento ha hecho temer al público que mostrara más de lo recomendable. "No se me ve nada, ¿no? Nada que no se pueda ver…", comentó a propósito de este asunto la actriz.
Los miembros del jurado de la sección oficial a concurso acompañaron durante unos minutos a De Palma tras el breve resumen de los 11 largometrajes que participan en el certamen. El presidente del jurado, Vicente Aranda, aclaró humildemente que "la labor principal del festival es la del comité de selección de las películas, los miembros del jurado somos humanos y nos podemos equivocar, así que intentaremos ser lo más democráticos posible y ser fieles a nosotros mismos". "El cine español me susurra al oído y el de fuera me habla a gritos y desde lejos", afirmó el cineasta.