El Villarreal sigue con paso firme en lo que promete ser su gran objetivo de la temporada: la Europa League. Se impuso otra vez al Bayer Leverkusen (2-1) y volvió a desplegar un juego en El Madrigal que le presenta como uno de los grandes candidatos a la victoria final. No importó que Garrido reservara dinamita en el banquillo o que el balón fuera de los alemanes, el dominio se vistió de amarillo y el Submarino se ganó el derecho a soñar en grande. Ahora el Villarreal espera rival: los portugueses: Benfica, Braga y Oporto son los cocos del bombo.