El emperador de Japón, Akihito, se ha dirigido hoy a los japoneses ante la terrible situación que atraviesa el país tras el terremoto y el tsunami que devastaron el país el pasado viernes y la amenaza de desastre nuclear en la central de Fukushima causada por el seísmo. Akihito se ha declarado "profundamente preocupado" por los impredecibles sucesos en la planta atómica, en un mensaje a la nación en la cadena de televisión NHK. También ha asegurado que reza por "la seguridad del mayor número de personas" tras el terremoto, "de una escala sin precedentes".
Es el primer mensaje que un emperador dirige al pueblo japonés en un momento de crisis. Esto revela la importancia de la situación y la enorme preocupación que los dirigentes japoneses tienen por lo que pueda ocurrir en la central nuclear de Fukushima. Establecida como monarquía constitucional desde la II Guerra Mundial, la Casa Imperial, desde la llegada de Akihito en 1989, ha intentado un acercamiento con el pueblo japonés, aunque, en la práctica, sigue manteniendo una postura distante y un protocolo durísimo.Akihito ha manifestado su emoción por la calma y el orden que los ciudadanos japoneses han demostrado tras el terremoto, el tsunami y el accidente nuclear: "Nos tenemos que entender y ayudar mutuamente", ha dicho el máximo representante de la casa imperial japonesa. Akihito ha mostrado su enorme gratitud por la ayuda de la comunidad internacional y los mensajes que la Casa Imperial ha recibido de todo el mundo: "Sus corazones están con nosotros".