Jaime Lissavetzky ha asegurado que no le han gustado nada las declaraciones del secretario general del PSM, Tomás Gómez, en las que afirmó que "cuando Ferraz trajo a Lissavetzky a Madrid lo hizo para ayudarnos a ganar y no para dividirnos ni hacer oposición". La nueva polémica entre los dos candidatos del PSOE en Madrid nació ayer cuando Gómez impuso la lista del PSOE del Ayuntamiento sin el visto bueno de Lissavetzky y con menos de seis personas afines al actual secretario de Estado, que le remitió una carta de queja.
Esta mañana, Gómez instó al candidato del PSOE en la capital a que dijera qué nombres sobran en la lista impuesta por la Ejecutiva Regional."No me gustan las declaraciones y me han molestado", ha afirmado Lissavetzky, que ha asegurado que no tiene ningún interés en tener más poder en el PSM. El candidato del PSOE afirmó que ayer tumbó la lista porque se la dieron sólo dos horas antes del Comité Ejecutivo y porque entiende que faltan nombres. Lissavetzky ha indicado además que hay unas "reglas del juego", en referencia al artículo 72 de la normativa de cargos públicos en el PSOE, que establece que no puede presentarse una lista sin la conformidad del candidato.