Y los televisores con esta tecnología suponen un salto cualitativo en el sector audiovisual.
Y no solo porque consigan un ahorro energético de un 40%, sinedo el consumo en stand-by casi inperceptible, sino también porque se consiguen unos colores mucho más nítidos y un mejor contraste en las imágenes.
Menor impacto ambiental
Además del ahorro de energía, la fabricación de estos televisores es más respetuosa con el medio ambiente eliminado, por ejemplo, el uso de mercurio y reduciendo la emisiones de CO2.
Otra ventaja de esta tecnología es la posibilidad de conseguir televisores ultraplanos, reduciendo el gran medida tanto es espacio que ocupan como su peso.