Bajan las ventas y suben los alquileres de viviendas unifamiliares

La crisis es general, como se está demostrando. La venta y alquileres de viviendas en la zona concreta de La Moraleja ha caído en un 25 por ciento. Algo parecido sucede en El Soto de La Moraleja y el Encinar de los Reyes y, en menor porcentaje, en el Arroyo de la Vega.
“Para vender -nos dice la gerente de una empresa inmobiliaria- hay que estar en precio. El mayor problema son los bancos que no conceden hipotecas. Tenemos muchos clientes con interés en comprar, pero se encuentran con el problema de los créditos. Si la vivienda está en precio, dentro de los parámetros que los bancos pueden asegurarse el pago de la financiación, de esta forma resulta más fácil conseguirlo... Lo que sí ha subido y tenemos demanda es en los alquileres”.
La vivienda ha subido de forma desmesurada en los últimos años. Viviendas que en el Arroyo de la Vega se compraron hace seis años en menos de 200 mil euros se han vendido hace un año, antes de la crisis, en más de 450 mil euros. Es decir, se ha multiplicado por dos con una rentabilidad sobre inversión que, en muchos casos, supera el ochenta por ciento.
Los bancos conocen la circunstancia. Saben que la subida ha sido consecuencia de créditos baratos de los que se han perdido lo mejor del pastel.
Ahora quieren ser ellos los que buscan el negocio. Pretenden que los constructores bajen sus precios, ahoguen a sus clientes y se hagan con el mando de la situación.
Muchas promotoras, al no vender, están pagando con terrenos a los bancos que les tienen con la soga al cuello. Terrenos que las entidades financieras valoran al coste de hace cuatro y cinco años.
Ya se sabe, los bancos nunca pierden. Ahora, en crisis, es cuando sus beneficios suben, aprovechando una situación en la que ellos, los bancos, tienen la sartén por el mango, como se dice vulgarmente. La historia lo ha demostrado. Ya conocen aquella frase que dice: “Si quieres arruinarte más, un crédito a un banco jamás”.