El líder del PP valenciano, Francisco Camps, ha anunciado esta tarde su dimisión como presidente de la Generalitat Valenciana, después de que horas antes decidiera no acudir al juzgado para pagar la multa y asumir su culpabilidad en el caso de los trajes. Camps también ha dimitido como presidente del PPCV.
Un "sacrificio personal para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del Gobierno y el PP gobierne España", así ha argumentado Camps su decisión de abandonar el Ejecutivo valenciano. Una decisión "firme, personal y sentida", y un "sacrificio político y familiar" de un Francisco Camps que ha insistido en que es "completamente inocente de las barbaridades que se han dicho de mí".
En la misma línea, y en referencia a la trama corrupta que le ha salpicado a él y a parte de su partido, Camps aseguró que "no podrán demostrar nada porque no hay nada. Estoy liberado para defenderme donde corresponda de todas estas infamias e insidias", con lo que ha dado a entender que no admitirá su culpabilidad en la causa de los trajes, como este miércoles han hecho Campos y Betoret, y que irá a juicio para demostrar su pretendida inocencia.
Un proceso brutal que es falso
El ya ex jefe del Consell defendió igualmente la inocencia de los otros tres imputados en la causa de los trajes, el ex vicepresidente del Consell, Víctor Campos, el ex secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, y el ex jefe de gabinete de la Conselleria de Turismo y actual jefe de Protocolo de la Diputación de Valencia, Rafael Betoret, y los situó, como en su caso, en el saco de las víctimas de un "absurdo proceso brutal que es falso". "Muchos bajarán la cabeza por las barbaridades que han ido contando durante estos dos años", añadió.