Tres embarcaciones procedentes del norte de África con 565 indocumentados a bordo llegaron esta noche a la isla italiana de Lampedusa, donde en las últimas 24 horas han desembarcado 831 inmigrantes, que, en su mayoría, habían partido de las costas de Libia. El último desembarco tuvo lugar el pasado jueves por la noche con la llegada de una barcaza con 65 inmigrantes a bordo, entre ellos una mujer, y que las autoridades creen que partió de Túnez, según informan los medios de comunicación italianos. Previamente, habían llegado a tierra otras dos embarcaciones, procedentes de Libia, con 500 inmigrantes, entre los que había una treintena de mujeres y niños, todos de origen subsahariano.
Estos desembarcos se suman a los de los 266 inmigrantes que llegaron en la tarde de ayer a Lampedusa, de los que 216 viajaban a bordo de una precaria embarcación que había partido de Libia y el resto en una barcaza con origen en Túnez. Existen fuertes divergencias respecto a los 25.000 inmigrantes tunecinos a los que Italia ha concedido permisos de residencia temporales y que Francia se niega a dejar entrar en su territorio. El aumento de los controles fronterizos por parte de París y la voluntad de reformar el Tratado de Schengen dificultan la acogida masiva de indocumentados que está viviendo Lampedusa. Tras la llegada esta pasada noche, en el centro de primera acogida de la isla italiana, con capacidad para unas 850 personas, hay unos 1.000 indocumentados a la espera de que sean trasladados a otros puntos de Italia o repatriados directamente, en el caso de los tunecinos.
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