El presidente del Patronato de la Sagrada Familia, Joan Rigol, ha afirmado que revisarán los protocolos de seguridad del templo para controlar los rincones más apartados y accidentes como el fuego que ayer arrasó la sacristía de la cripta y obligó a desalojar a 1.500 personas no vuelvan a suceder. Rigol ha dicho esperar que sucesos como el del martes no inciten a más personas con "debilidades muy fuertes" a imitarlo. El presidente del Patronato de la Sagrada Familia ha estimado que tardarán de dos a tres semanas en limpiar y restaurar la cripta. El acceso a la estancia es libre y gratuito ya que es utilizada por feligreses del barrio como parroquia donde se realizan misas diarias. Ha señalado que la cripta fue arreglada hace unos meses, y ha lamentado que los expertos en limpieza y restauración deban "volver a empezar de cero".
Un perturbado, detenido
El fuego fue provocado por un hombre de 65, José María L.S., que fue calificado por Rigol como un "perturbado". El arrestado prendió fuego a las ropas ceremoniales de los sacerdotes que se encontraban en la cripta, lo que generó una ignición rápida con grandes llamas que no se extendieron a la nave central del templo de Gaudí, pero arrasaron toda la estancia, de unos diez metros cuadrados. El autor del fuego participaba en una visita guiada y fue retenido por los propios turistas que le acompañaron hasta que los Mossos llegaron para detenerle.