Se ha abierto la veda en el PSOE. El anuncio del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que no se presentará a la reelección en las elecciones generales de 2012 ha abierto el abanico de futuribles y posibles a la sucesión. Dos nombres suenan con fuerza. Los únicos que desde que se abriera el debate sobre la continuidad de Zapatero no han rechazado la posibilidad de postularse: Alfredo Pérez Rubalcaba, hombre fuerte y mano derecha del presidente y la ministra de Defensa, Carme Chacón. "Ni es éste el lugar ni es éste el momento", respondió Rubalcaba en la primera rueda de prensa que protagonizó en La Moncloa tras ser ascendido a vicepresidente primero el pasado mes de octubre y desatarse los rumores. Con esa coletilla y con el famoso "hoy no toca", popularizado por Jordi Pujol, ha zanjado otras muchas insinuaciones sobre la sucesión.
Y cuando se le ha preguntado directamente si le gustaría ser presidente del Gobierno, también ha optado por evasivas: "Estoy en lo que estoy. Para qué gastar tiempo pensando en otras cosas", "No me lo he planteado nunca", "Vivo al día" han sido algunas de ellas. En estos momentos, el nombre de Rubalcaba concita la mayoría de los apoyos socialistas ante la eventualidad de unas primarias, convencidos de que sólo una figura de su peso político podría contrarrestar en las urnas el avance de los populares en las encuestas.