La Clínica Psicóloga Grecia de Jesús (ubicada en Valdebebas, Madrid) está llena de pacientes que sufren por una ruptura amorosa. Las rupturas pueden generar mucho más daño del que esperamos, incluso si la relación era corta. Por otro lado, en terapia, aunque el paciente venga por otros motivos, es muy frecuente que acabe hablando también sobre su relación de pareja porque las relaciones nos hacen ver todo aquello de nosotros que no nos gusta y pueden sacar nuestra parte más vulnerable.
Causas del dolor emocional que genera una ruptura
Para explicar este apartado, debemos tener en cuenta las distintas fases que existen del amor: Atracción: experimentar reacciones fisiológicas agradables al estar en contacto con esa persona; Cita: se busca determinar si realmente la otra persona nos gusta o se trata únicamente de atracción física. Empiezan a producirse cambios químicos; Enamoramiento: se experimenta una sensación extremadamente intensa a consecuencia de la liberación de neurotransmisores y hormonas por parte de nuestro cuerpo con la presencia de la otra persona; Inicio de la relación: se empiezan a adquirir ciertas responsabilidades y compromisos por parte de ambas partes en la relación; Decepción: esta etapa es en la que más parejas fracasan porque es donde se ven los defectos de las dos personas y para que haya éxito deben existir buenos acuerdos y la balanza debe compensar; Superación de la crisis: se trata de una fase de adaptación tras todo lo anterior, y Amor real y plan de futuro: se empiezan a hacer planes y proyectos de futuro. Para que una relación sea saludable deben darse 3 componentes básicos: pasión, intimidad y compromiso.
El enamoramiento es la fase más intensa a nivel emocional por los altos niveles de hormonas involucrados, por tanto, si la ruptura se produce en esta fase, puede vivirse como algo totalmente devastador para la persona que lo sufre.
- Duelo: el duelo el proceso que vive nuestra mente para superar una pérdida y que incluye distintas fases. Las pérdidas pueden darse por fallecimiento, por ruptura o incluso por cambios drásticos como por ejemplo ir a vivir a una casa nueva, aunque esa casa nueva sea mejor que la anterior. Las fases del duelo son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Estas fases pueden darse en el orden mencionado o con distinto orden según la persona y tienen distinta duración según el caso. Además, unas personas pueden experimentar todas las fases y otras personas pueden experimentar solo algunas. Por tanto, cuando rompemos una relación de pareja se produce un duelo tal y como sucede cuando perdemos a un ser querido por fallecimiento. Este duelo suele tener un año de duración.
El duelo puede complicarse y pasar de duelo normal a duelo patológico por causas como pueden ser las siguientes: pérdida inesperada o violenta; relación de dependencia con la persona con la que se ha producido la ruptura; falta de una red de amistades y apoyo; antecedentes de trastornos como la depresión, la ansiedad o el estrés postraumático; experiencias traumáticas durante la infancia o estresores como inestabilidad económica.
- Dependencia emocional: a parte de las fases normales del duelo y de las etapas del amor, una ruptura puede complicarse todavía más si lo que tenemos es dependencia emocional. Cuando una persona tiene dependencia emocional, prefiere quedarse en una relación que le hace daño a permanecer sin esa persona. Aproximadamente un 50% de la población tiene dependencia emocional. Si ese es el caso, es importante realizar una terapia para que la persona cuente con habilidades y herramientas para mejorar su autoestima y reparar su apego.
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