Pensé cómo los políticos en funciones son capaces de aliarse con los enemigos de nuestra España con el único objetivo de mantenerse en el poder. No les importa unirse con traidores, anarquistas, asesinos de ETA, separatistas, golpistas con el único objetivo de romper España. ¿Tanta es el ansia de poder que no miran el bien de los españoles?
Comienza una nueva etapa, una década llena de incertidumbre, con una economía en decadencia, con unos bancos con caídas abismales en su cotización en bolsa, unas pymes sin ayuda financiera… Pero, sobre todo, con una revolución tecnológica, que lo ejecutivos de las grandes compañías no supieron prever en su momento.
Quién nos iba a decir que, “El Corte Inglés”, el gigante empresarial español, ¿sería abatido por Amazon? Pues esta es la realidad. Han llegado tarde a la revolución Online. Sus dirigentes, los de entonces, no creyeron en este cambio. Pero les ha alcanzado, y con fuerza demoledora.
En el sector de automoción, que supone más del diez por ciento del empleo en nuestro país, esta sucediendo lo mismo. Se acelera la implantación de la movilidad eléctrica, porque el futuro, sea con enchufe o con pilas de hidrogeno, esta a cinco años vista. Pero no queda aquí el tema, los fabricantes ya están preparándose para la venta online, dejando a sus redes de concesionarios como meros entregadores de coches y prestación de servicios. Más paro
En la banca sucederá la mismo, el Santander ha anunciado el cierre de oficinas y el despido de miles de sus trabajadores. ¿Qué nos queda? ¿Qué podemos vender los españoles? Nuestro sol, nuestras playas… Ser receptores de turistas, pero con mediadores españoles. Sin embargo, la disgregación de Europa, con el ejemplo del “Brexit” británico, puede bajar notablemente buena parte de nuestro turismo receptivo, y, en consecuencia, nuestros ingresos.
Como pueden ver por mi comentario, tenemos un futuro complejo. Sobre todo, porque las multinacionales instaladas en nuestro país, gracias en otros tiempos a las facilidades financieras del Estado, pueden cambiar sus ubicaciones en lugares donde el coste de mano de obra sea más económico. Para colmo, tenemos el tema de emigrantes, furtivos y de derecho. ¿De donde vamos a sacar el dinero para pagar tanto desmadre? Más paro, menos facturación y más gastos. ¿A dónde nos lleva la década de los veinte? Dicen que la historia se repite. ¿Recuerdan los felices años veinte del siglo pasado y lo que vino después?
Mientras tanto, nuestros políticos, vendidos al mejor postor para mantenerse en sus puestos. No tienen en cuenta lo que viene y lo que nos puede caer encima por falta de previsión. ¡Son políticos, dicen! Por eso temo por su incapacidad, demostrada últimamente en Bolivia, con la intención de salvar a los que pueden publicar los desmanes de un partido de nuestra extrema izquierda que puede estar en el Gobierno.
¡Qué país, Dios mío! Pero ¿quién le pone el cascabel al gato el Puigdemont y la madre que lo parió, Iglesias, Sánchez, los terroristas de ETA, los golpistas catalanes?
Para colmo de males, los grupos mediáticos, vendidos a la banca, no dicen esta boca es mía. Los bancos se han convertido en el primer poder de nuestro país. Solo ayudan a los que no lo necesitan, además de silenciar a los grupos de medios de comunicación. las perdidas millonarias del éstos por la influencia de Internet están financiadas por ellos. ¿Qué grupo mediático ha informado que, en los últimos cinco años, los grandes bancos de este país han bajado su cotización más de un 50 por ciento?
Esto ha supuesto la ruina de un gran numero de accionistas. Compraron bajo coacción de los directores de oficinas bancarias. Ahora se encuentran que lo que pagaron 100 vale menos de 50. Han perdido la mitad del capital invertido. Habrá quién diga: ¡Que se jodan! Para muchos ha supuesto perder la mitad de sus ahorros y la ruina de sus familias. Pero nadie dice nada.
La situación es complicada, más de lo que se cuenta.
Poner solución a este desaguisado requiere tiempo. No es fácil. Y menos para el gobierno que se avecina. Eso sí, los cientos de miles de políticos seguirán cobrando sus emolumentos. Algunos con cargo vitalicio.
Mientras tanto, los jubilados tienen sus pensiones en entredicho. Yo, ni eso, porque en mi empresa no cotizaron los 30 años que estuve trabajando. Lo evidente es que vamos a una disgregación de España ante una ruina galopante sin visos de soluciones urgentes. Y el mundo en manos de
un tarado por el ego, un chino con más dólares que USA, un coreano loco y un Putin belicista. En suma, un panorama para meditar.