Un día podemos recibir una llamada de un supuesto trabajador de Microsoft que nos indica, en castellano pero con acento extranjero, que nuestro ordenador sufre problemas de seguridad, por lo que debemos encenderlo inmediatamente y seguir sus instrucciones para instalar un programa concreto.
Se trata de una estafa por la que el delincuente accederá a nuestra información más íntima, como números de tarjetas de crédito, conversaciones o imágenes privadas, haciendo que nosotros mismos instalemos el virus en nuestro ordenador.
Si hemos picado, ya no hay marcha atrás, deberemos obedecer las órdenes de los delincuentes si queremos recuperar nuestros sistemas informáticos. Normalmente las peticiones de los hackers son cantidades considerables de dinero.
La propia Microsoft alerta de este suceso, afirmando que
"Ellos nunca envían proactivamente mensajes de correo ni realiza llamadas de teléfono que no se hayan solicitado para pedir información personal o financiera.
"Cualquier comunicación con Microsoft debe iniciarla el usuario".
Si (
No(
