Hay dos perfiles que, por distintas barreras (doble discriminación), son especialmente vulnerables. Las barreras culturales impiden que las mujeres migrantes acudan a los servicios de ayuda, y este colectivo supone el 33% de las víctimas.
Siguen teniendo un desconocimiento casi absoluto de los derechos y garantías que las amparan, reinando en ellas el miedo y la confusión ante la posibilidad de denunciar a su agresor. Por ello proponemos que los monitores/mediadores del programa INTEGRA prioricen las salidas a los distritos.
Los datos nos indican también que el 13% de las asesinadas por violencia de género tenían más de 65 años, y por ello queremos promover la formación de los profesionales de teleasistencia y del personal de comidas, como medio para detectar los posibles casos de maltratos en sus domicilios. Tenemos que conseguir la confianza de estas mujeres y ayudarlas a superar sus barreras. Queremos ayudarlas a romper su silencio, ponernos a su disposición y proporcionarlas otro tipo de vida donde el maltrato no exista.
Damos las gracias por su labor al Grupo Luna, al personal municipal, a las asociaciones, a todas las personas con las que hemos estado hablando durante estos pasados meses y al equipo de gobierno, que se ha sumado desde el minuto uno a nuestra propuesta contra la “violencia silenciada”.
Opinión de Horacio Rico, Portavoz de Ciudadanos Alcobendas/La Tribuna de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes/Febrero 2018