El director general de Tráfico, Pere Navarro, va a proponer a todos los sectores implicados una reducción del límite de velocidad en las carreteras convencionales -las que tienen un solo carril por sentido- de los 100 a los 90 kilómetros por hora, con independencia del ancho del arcén de la vía.
En una entrevista con Efe, Navarro ha defendido una iniciativa que incluso podría entrar en vigor antes de que acabe la legislatura y que ayudará a reducir la siniestralidad en las carreteras secundarias, escenario de más del 75% de los accidentes mortales.
El año pasado fallecieron 1.730 personas en accidentes de tráfico y, de ellas, 1.331 perdieron la vida en una carretera con un solo carril por sentido de la circulación.
Actualmente, las carreteras convencionales cuentan con una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora en las vías con arcén de más de 1,5 metros de ancho -los que tienen la mayoría de las nacionales-, límite que se reduce a los 90 por hora en las que no cuentan con un arcén de esta anchura. La idea, según Navarro, es hacer la norma "más sencilla y comprensible" para los conductores y armonizar los límites con la mayoría de los países europeos, que tienen fijada una velocidad máxima de 90 kilómetros por hora en este tipo de carreteras.
Como se aprobó «el 110».
Tráfico pretende que el nuevo límite pueda aprobarse de forma idéntica a como se dio luz verde a la reducción de los 110 kilómetros por hora, mediante una reforma del Reglamento de Circulación.
En cuanto al coste de la medida, Navarro ha subrayado que no será necesario instalar nuevas señales -como sucedió con el 110-, sino que bastará con retirar las de 100 km/h existentes, ya que el nuevo límite genérico de todas las vías convencionales será de 90. "Así es mucho más fácil de entender para los conductores. Colocaremos grandes carteles al inicio de las carreteras secundarias advirtiendo del límite de 90, para que cada uno pueda poner el limitador de velocidad de su coche a ese límite estándar de 90 kilómetros por hora", ha destacado. Pese a esta propuesta de reducción de la velocidad en las vías convencionales, Navarro ha descartado por ahora una vuelta a los 110 por hora en autopista y autovía.