El título del artículo no es una mera casualidad. Era un secreto a voces que Ciudadanos iba a pedir la dimisión García de Vinuesa si en su mano estaba dar el gobierno al Partido Popular. Se sabía y lo sabían las huestes populares. Más allá del candidato, en este caso Miguel Ángel Arranz, la relación entre ambas formaciones no era buena antes de que se celebraran los comicios.
La Aprobación de Los Carriles
La aprobación el proyecto de Los Carriles y como se produjo distanció totalmente a unos y otros. Desde Ciudadanos se pidió al PP que no lo aprobará hasta después de las elecciones. El PP de García de Vinuesa hizo oídos sordos a la solicitud y lo aprobó con el voto de dos de los tres concejales de Ciudadanos.
A pocas semanas de las elecciones, Vinuesa y el PP sedujeron a dos ediles de Ciudadanos que sabían que no iban a continuar para dar luz verde al mayor proyecto urbanístico de la historia de Alcobendas. Tanto Horacio Rico como Ana Rojas se sumaron a los 12 concejales del PP para sacar adelante un proyecto que había sido rechazado en seis plenos anteriores.
Me retrotraigo a estos momentos porque es crucial para entender todo lo que ha pasado finalmente. Desde Ciudadanos se advirtió personalmente a Vinuesa y otras primeras espadas del PP de que "si aprobaban Los Carriles no contarían con su apoyo, de ser así, después de las elecciones de mayo".
El PP les emplazó al mes de mayo y a ver qué pasaba en las elecciones. Y las elecciones llegaron. Y Ciudadanos con sus 5 concejales tenía la llave para optar por el PP o el PSOE.
Ciudadanos pone como condición que renuncie Vinuesa
A pesar de todo lo que sucedió, Ciudadanos, en su primera reunión tras los comicios y respetando que el PP había ganado las elecciones, puso como condición inamovible para empezar a negociar un acuerdo de Gobierno que Vinuesa diera un paso al lado y renunciara a su acta.
Es cierto que Ciudadanos se negó a entablar negociación alguna si Vinuesa no se iba. Esta reunión se produjo el jueves 6 de mayo. Desde ese día empezó una cuenta atrás de locos que acabó con final de todos sabido el pasado sábado, 14 de junio.
Plan B de Ciudadanos con el PSOE
Por otro lado, Ciudadanos fue negociando un plan b con el PSOE por si Vinuesa no renunciaba. En este sentido, Rafael Sánchez Acera, actual alcalde de Alcobendas. ha llevado con una discreción absoluta las negociaciones. A Sánchez Acera hace cuatro años se le escapo la alcaldía 48 horas antes de la investidura.
Lo aprendido en 2015 provocó que el líder socialista haya faroleado con todo el mundo para no enseñar sus cartas en ningún momento y lo cierto es que ha sido el mejor jugador de todos los actores involucrados.
Es evidente que la química entre Sánchez Acera y Miguel Ángel Arranz es algo que no esconden y su fluida relación personal de muchos años en la oposición era y ha sido un factor determinante para que se estampe el acuerdo de mandato rubricado.
Fallido intento desde Madrid
Después de recibir el ultimátum, el PP pensó que lo mejor era dar valor a su grupo negociador regional para que éste tratará de convencer a los negociadores de Ciudadanos en la Comunidad con la intención de que Cs Alcobendas retirará su petición.
Pero no fue así. Ciudadanos no reculó y todo quedó en manos de García de Vinuesa. El líder del PP no quiso renunciar y el miércoles 12 de junio publicitaba en las redes sociales la recogida de su acta de concejal junto a la Secretaria General del Pleno.
Mientras tanto, y a medida que pasaban los días, el nerviosismo iba subiendo en las filas populares al ver que sí Vinuesa no se iba no seguirían en el Gobierno municipal.
A la vez y con la pelota en el tejado de Génova, desde el PP regional, a través de los negociadores, desde el jueves 12 de junio se sabía que sí Vinuesa no se iba no habría gobierno PP-Cs. Esta información se la trasladan al ya ex alcalde y le dan la posibilidad de elegir qué decisión tomar. Vinuesa, entonces, mantiene la misma. A La Tribuna nos lo dijo bien claro: "No me voy que esto es un chantaje inadmisible".
Vinuesa cede pero ya era tarde según Cs
Pero las horas pasaban y desde Génova seguían insistiendo, de manera sutil, en que lo mejor para todos era que Vinuesa renunciara.
De hecho, desde el PP Regional se contactó con los concejales electos, uno a uno, para saber su opinión y una gran mayoría de los nueve restantes al ex alcalde, aunque lo nieguen, contestaron que lo mejor era que Vinuesa se echara a un lado para que siguiera el PP gobernando una ciudad tan importante como Alcobendas. Es justo decir que Vinuesa en los primeros días recibió el apoyo del PP de Madrid para no aceptara el ultimátum. Con el paso de los días esta postura fue cambiando.
Pero Vinuesa no lo hizo y no fue hasta el sábado por la mañana cuando decidió aceptar el órdago y plantear que se iba. Para ese momento, Ciudadanos contestó que "era demasiado tarde" y que ya había firmado con el PSOE.
A pesar de lo sucedido nunca saldremos de dudas respecto a si la postura de Ciudadanos era un paripé y hubiera dado igual que Vinuesa hubiera o no dimitido pero ya esto nunca lo sabremos. Ahora el PP se va a la oposición y junto a los dos concejales de Vox y al concejal de Podemos, controlarán la labor del Gobierno.
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No(
