En economía, el PSOE y su socio se marcaron como prioridad aprobar los presupuestos de 2020. La realidad es que no han sido capaces de hacer ni el borrador tras cuatro años con cuentas prorrogadas. En cuanto a impuestos, seguimos teniendo los más altos de la región. Si hablamos de las calles, el panorama es desolador. Ni asfaltado, ni mantenimiento, ni mejora de aceras. Y seguimos teniendo un nivel de suciedad inaceptable. En cuanto a infraestructuras e inversiones, no se ha hecho nada. De los 6,2 millones destinados a Sanse en el Plan de Inversiones de la Comunidad de Madrid, el 90% de los proyectos no se han realizado.
Las necesidades de las familias siguen sin cubrirse. Un ejemplo: se ha tardado un año dar las ayudas de los campus de verano de 2019. Igual sucede con el comercio local, las pymes y autónomos. No ha habido ninguna medida para apoyarles. El mismo abandono que sufren las entidades que trabajan con la diversidad funcional. Tampoco se ha puesto en marcha ninguna medida para mejorar la seguridad en el municipio, a lo que hay que sumar el silencio cómplice antes los ataques a la tauromaquia.
En estos doce meses no ha mejorado nada. Decir lo contrario es mentir. Y a eso, precisamente, a regalarnos promesas incumplidas es a lo único que el PSOE y su socio se han dedicado.