El ex ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer Salvador, de 73 años de edad, ha sido intervenido durante dos horas tras su hospitalización de madrugada en la Clínica Ruber de la calle Juan Bravo de Madrid a causa de un derrame cerebral agudo.
Los cirujanos han logrado cortar la hemorragia cerebral que sufría y lo han trasladado a la UVI, donde pasará toda la noche. Según fuentes familiares la operación "ha salido bien", aunque hay que esperar unas 72 horas para emitir un diagnóstico más fiable. Al finalizar la misma, en torno a las 20.30 horas, se le practicó un escáner que confirmó que la intervención había ido mejor de lo esperado lo que hace pensar a los médicos que tal vez en un plazo de 24 horas o poco más puedan subirlo ya a planta.
Boyer ha recibido la visita de varios miembros de su familia. Su esposa, Isabel Preysler, acompañada de sus hijas Ana Boyer y Tamara Falcó, entraron por el garaje de la clínica sobre las 21.10 y salieron a las 22 horas.
Numerosos medios se han concentrado a lo largo del día en las inmediaciones del centro a la espera de noticias sobre su evolución y la llegada de sus familiares y amigos.
El que fuera el hombre fuerte del primer gobierno de Felipe González ha desarrollado su actividad profesional en los últimos años en distintos consejos de administración de grandes empresas. No sólo dejó la política activa tras casarse con Preysler, habitual de la prensa del corazón, sino que abandonó el PSOE y se fue a la Fundación de José María Aznar, FAES.
El pasado junio, durante una conferencia en Palma de Mallorca, se mostró contrario a la exigencia de techo de déficit de Bruselas para España, que calificó de "brutal".
Fue ministro de Economía, Hacienda y Comercio del primer gobierno de Felipe González desde el 2 de diciembre de 1982 al 4 de julio de 1985 y siempre fue conocido como "el superministro". Durante su gestión se produjo la expropiación del grupo Rumasa, que le valió la enemistad de José María Ruiz-Mateos, que llegó a agredirle en 1989, con aquel famoso "que te pego ¡leche!".
Tras pasar por la presidencia del Banco Exterior, donde estuvo cerca de tres años, se lo llevó Jacques Delors al Comité de Expertos para el Estudio de la Unión Monetaria y Económica de Europa. De aquí ya pasó a la empresa privada dejando su actividad política.
Más adelante fichó por las hermanas Koplowitz para su buque insigna Cartera Central y en otras compañías como Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), coincidiendo con la separación de sus respectivos maridos "los Albertos" (Alberto y Alfonso). La misión de Boyer era la de gestionar el importante paquete accionarial que Cartera Central tenía del Banco Central en la época de Alfonso Escámez.