Mireia Belmonte llega a la entrevista resfriada y con fiebre. Son las 14:00 y lleva en la piscina desde las 6:00: nada kilómetros y gana musculatura en el gimnasio. En estas Fiestas sólo descansó los días 25 y 26. Arranca este ilusionante 2012, año olímpico. ¿Cómo está preparando esta cita? Con mucho entrenamiento. Fred (Vergnoux, su entrenador) aún no me ha comentado los cambios que habrá esta temporada en la planificación. Pero estoy nadando más metros que el año pasado y he aumentado el trabajo de gimnasio. (El día 1 de enero viajó a una concentración a Sudáfrica). Situémonos. A los Juegos de Londres únicamente irán los dos nadadores de cada prueba que logren la mínima en los Campeonatos de España de Málaga, el último fin de semana de marzo.
¿Qué pruebas se marca usted? Los 200 y 400 estilos y los 200 mariposa. Esas seguro. Luego tendré que decidirme entre los 400 o los 800 libres. En el Europeo de piscina corta (25 metros), gané los 400, pero tengo que ver cuál es mi nivel en piscina olímpica (50 metros). Aún no lo he nadado en una gran competición.
¿Ha encontrado alguna explicación a su gran rendimiento en piscina corta? No lo entiendo, porque no soy una experta en virajes. Poco a poco voy perfeccionando esa faceta. Quizás llegó más tranquila a esos campeonatos y doy lo mejor de mí. Ojalá haga lo mismo en piscina de 50. Ese debe ser el objetivo. Pero a veces rindes en función de las sensaciones en los entrenamientos los días previos a los campeonatos.
¿Qué valoración hace de su temporada? Me cuesta digerir los éxitos y las medallas. Uno se queda con los momentos que ha vivido encima del podio, pero luego hasta que no pasa un tiempo no eres consciente de la importancia de aquello. Aun así, valoro el año positivamente, porque hay que aprender de todo. Su sueño es una medalla en los Juegos.
¿Lo ve más cerca que hace un año? Sí. Si sigo en esta línea puedo estar en las finales de las pruebas que compita. Estando ahí, la medalla es más fácil. Además, tengo la experiencia del Mundial de Shanghai, una gran competición en la que también me inscribí en cuatro pruebas y rendí con esa exigencia. Desde pequeña me trago todas las series de natación de los Juegos y siempre soñé con colgarme una medalla.
¿Se ha parado a pensar cuántas nadadoras en el mundo competirán en cuatro pruebas individuales? Pues ahora mismo, creo que ninguna. O, por lo menos, no me viene a la cabeza. Es complicado encontrar a alguien que se atreva a nadar cuatro pruebas individuales. Quizás Melissa Franklin, la estadounidense, pero no lo sé seguro.
¿Cómo lleva el entrenamiento con el psicólogo? Muy bien. El objetivo es encontrar un equilibrio entre la natación y la vida diaria. No sólo usted cuenta con opciones de medalla.
¿Cómo ve al resto del equipo español en la gran cita del año? Creo que poco a poco nos vamos haciendo un hueco en la natación internacional. El año pasado en el Mundial de corta, en Dubai, logramos estar en la parte alta del medallero, y en este Europeo, también. Considero que la clave es que nos hemos quitado ese complejo y nos vemos capaces de nadar finales y competir por colgarnos una medalla. Somos igual que el resto de nadadores y les echamos las mismas horas, y en algunos casos, más.