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España se coloca de nuevo en zona de rescate

Sufre mayor presión que Italia

Miércoles 04 de junio de 2014
El Tesoro Público pagó la víspera el interés más alto en una emisión desde 1997 El BCE compró deuda soberana después de que la prima de riesgo alcanzara 499 puntos.

A tres días de las elecciones generales, España no consigue dar la confianza suficiente como para alejarse de la zona de rescate, que alcanzó por primera vez en la víspera y que esta mañana ha vuelto a tocar. Sin la intervención del Banco Central Europeo (BCE), la prima de riesgo está fuera de control y ya ha llegado a superar otro máximo, los 520 puntos con una rentabilidad superior al 7%.

Este porcentaje es el que dibuja la línea roja de salvamento europeo. Lo cierto es que en el arranque de esta mañana hay una cierta "reacción artificial", puntualizan algunos expertos, por el cambio de referencia producido con la subasta de bonos a 10 años de la jornada anterior y que obligó al Tesoro a pagar un 7% por colocar deuda. En cualquier caso, la desconfianza que mostraban días atrás los mercados hacia Grecia e Italia se ha trasladado a España, y por primera vez nuestro país sufre mayor presión. "Cada día que pasa un Estado nuevo es contagiado sin que las autoridades europeas sean capaces de impedirlo", señala Juan José Fernández-Figares, jefe de análisis de Link Securities.

Ni siquiera el cambio de Gobierno que vaticinan los sondeos sirve para calmarlos. Los expertos señalan que, una vez se conozcan los resultados definitivos de los comicios que se celebran este domingo, la presión podría ir aflojando a lo largo de la próxima semana. No obstante, "va a costar tiempo recuperar la confianza", por lo que los nuevos Gobiernos van a tener que "actuar con contundencia y sin dilación" en la adopción de nuevas medidas para controlar el déficit público, continúa Fernández-Figares. Renta 4 advierte de que "el fuerte repunte de los costes de financiación no es grave si es puntual, pero en caso de mantenerse, el efecto sí sería relevante". Así, de seguir los actuales niveles de tipos, supondría un incremento de los intereses a pagar de en torno a 3.000 millones. Esta firma de análisis insta al BCE a actuar con "un mayor activismo, que a su vez requiere una flexibilización de la postura de Alemania", país que no quiere que la autoridad monetaria intervenga más de lo necesario.


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