La policía ha detenido a un joven hispano de 21 años sospechoso de realizar disparos en las inmediaciones de la Casa Blanca la semana pasada. El Servicio Secreto confirmó esta mañana que una de las balas llegó a impactar contra una de las ventanas blindadas del edificio y otra rebotó en la fachada. Óscar Ramiro Ortega-Hernández fue arrestado este miércoles en un hotel de Indiana, en el Estado de Pensilvania, a unas cuatro horas de la capital. Las autoridades, que todavía investigan su relación con los hechos, habían ordenado su búsqueda al encontrar un rifle de asalto AK-47 registrado a su nombre y con el que se habrían realizado los disparos la noche del pasado viernes.
El arma apareció en el coche que Ortega-Hernández habría abandonado a unos 600 metros de la Casa Blanca, en la Avenida Constitución de la capital. Sobre las nueve de la noche del viernes, una llamada a la policía alertó de un tiroteo en las inmediaciones de la residencia presidencial, en la calle 16 de Washington. Cuando llegaron las autoridades, encontraron el vehículo abandonado y varios testigos afirmaron que habían visto a una persona huyendo a pie. El área donde se produjo el tiroteo se encuentra permanentemente vigilada por docenas de agentes, por lo que pudieron localizar el coche y el arma con rapidez. El servicio secreto ha afirmado en su comunicado que tanto la bala que impactó en una ventana, detenida por el cristal blindado, como la que se estrelló en la fachada, fueron halladas este martes.
El presidente y Michelle Obama se encontraban el viernes en el primer día de viaje a Hawai, donde asistieron a la cumbre APEC con los líderes de la región Asia-Pacífico, por lo que en ningún momento se temió por su seguridad. Según las autoridades, que sólo han confirmado que el sospechoso es de origen hispano, Ortega-Hernández había “dirigido su interés hacia el presidente y la Casa Blanca”. El joven tenía antecedentes policiales en varios estados y residía en Iowa, donde sus familiares habían denunciado su desaparición el pasado 31 de octubre. Según datos obtenidos por la cadena NBC, la policía de Arlington, a las afueras de Washington, le había detenido brevemente la misma mañana del viernes, para después ponerle en libertad.