Ha pasado casi una semana desde que Sergio Scariolo le comunicó que no estaría en el Eurobasket, pero la herida sigue abierta en el corazón de Carlos Suárez. Unas palabras de decepción que el alero escuchaba de boca del italiano por tercera vez consecutiva. Ritual que se ha convertido en hábito para el madrileño, que pensaba que esta vez sería diferente.
Llegó lesionado a la concentración, pero no le dio importancia, pues las promesas de que esta vez sí estaría en la lista final, no le obligaban a forzar durante los partidos. Una situación que fue cambiando y que le pilló desprevenido, hasta el punto de que cuando quiso apretar, ya estaba fuera del equipo. «Estoy fastidiado, porque no es la primera, ni la segunda vez que me pasa. Es ya la tercera y, sobre todo, no por ser descartado, sino porque alguien de la Federación me dijo unas cosas que luego no se han cumplido. Por eso estoy doblemente decepcionado», reconoció ayer Suárez a los medios, tras reincorporarse a la disciplina del Real Madrid.
Tras dos veranos tratando de hacerse un hueco en la selección, a Carlos Suárez le habían asegurado este año un puesto en la lista final. Una promesa que no se ha cumplido y que es lo que más ha dolido al jugador blanco. «Digamos que (Scariolo) no ha cumplido lo que dijo y eso es lo que más me ha fastidiado, no el hecho de quedarme fuera. No quiero decir que mis compañeros no se lo merezcan. Son los doce mejores. Felicité a Víctor Sada, como hice antes con Llull y San Emeterio y ahora solo me queda animar a la selección. No tengo nada contra ellos, al contrario», apuntó.
Según la versión de Suárez, que destilaba sinceridad en cada palabra, Scariolo le dijo «que sí, que era fijo». No fue un quizá, fue una declaración de intenciones. «Me dijeron que iba a ser un fijo y luego no ha sido así. Y no en una lista de 14, como se ha dicho por ahí, sino con una de 12 también», señaló el alero, molesto por cómo se han desarrollado los acontecimientos en los últimos días.