Horas decisivas en Libia. Seis meses después de que la oleada de protestas de Túnez y Egipto llegara al país, todo indica que el régimen de coronel Muamar Gadafi vive sus últimas horas.
Tras una noche de combates en la capital y sus alrededores, las tropas rebeldes han conseguido ocupar casi la totalidad de Trípoli. Se han instalado en lugares clave como la Plaza Verde -ahora rebautizada la Plaza de los Mártires- y han tomado el control del edificio de la radio y la televisión pública. No obstante, en manos de las fuerzas gadafistas queda todavía entre el 15% y el 20% de Trípoli, según ha afirmado el portavoz de los rebeldes, a la cadena de televisión Al Yazira. Todavía tienen que hacer frente a los seguidores del coronel en "combates esporádicos", dice uno de los portavoces del la Alianza del 17 de Febrero, Ahmed Othman.
Según ha explicado, los francotiradores estaban desplegados en distintos lugares de la capital libia, principalmente en los tejados de los hoteles u otros edificios altos y disparaban contra cualquiera que se moviera por la calle. "Sólo en las primeras horas de la madrugada de hoy, al menos 20 revolucionarios murieron debido a los disparos de esas personas", ha afirmado.
En la mañana del lunes, los combates más cruentos tienen lugar en torno a la residencia de Gadafi en Trípoli, en la zona de Bab El Aziziya, según los testigos. Su paradero es un misterio, y varios medios han informado de que su guardia presidencial se ha rendido y depuesto las armas. Según Al Arabiya, podría estar siendo tratado en el hospital de Tajura, al este de Trípoli. No obstante, esta información no está contrastada y no se sabe si estaría siendo tratado en el hospital o si simplemente se habría refugiado allí. Según Al Yazira, los combates en el barrio de Tajura el domingo dejaron al menos 123 muertos en las filas rebeldes. Algunas fuentes rebeldes dicen, por otro lado que sigue en Trípoli, mientras otras sostienen que ha huido a su ciudad natal, Sirte.
También se especulaba, según Al Yazira, con que pudiera huir a Sudáfrica, debido a la supuesta presencia de dos aviones de dicho país en el aeropuerto de capital, extremo que ha sido desmentido por el ministro de Exteriores de Sudáfrica.