El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció ayer que piensa nacionalizar la industria del oro, incluyendo la extracción y el procesado, y usará esta producción para impulsar las reservas internacionales del país. El movimiento es consecuencia del enfrentamiento entre su Gobierno y las mineras extranjeras que operan en el país, que se quejan de que las reglas que limitan la cantidad de oro que se puede exportar lastran sus esfuerzos para desarrollar proyectos y crear empleo local.
Chávez anunció ayer que el decreto para nacionalizar esta industria estará listo en los próximos días e hizo un llamamiento a los militares para que controlen el sector. "Tengo aquí las leyes que permiten al Estado explotar el oro y todas las actividades relacionadas con él... Vamos a nacionalizar el oro y vamos a transformarlo, junto con otros elementos, en reservas internacionales, porque su valor continúa creciendo", dijo el presidente venezolano ayer en una llamada telefónica difundida por televisión.
La decisión se produce en un momento en el que el precio del oro marca máximos históricos. El incremento de la demanda de los inversores por este metal, al que acuden para cubrirse ante el incremento de la volatilidad y las turbulencias en los mercados de renta variable -Bolsas- y renta fija -deuda-, ha impulsado su precio hasta un nuevo récord.
Además, el anuncio de Chávez coincide con una información difundida por un diputado de la oposición, que revela que los máximos responsables de finanzas del país recomiendan al presidente la repatriación del 90% de las reservas de oro que Venezuela tiene en el extranjero. El Gobierno no ha comentado nada sobre este asunto, pero Chávez dijo en su mensaje de ayer: "Hemos logrado incrementar las reservas internacionales. Tenemos entre 12.000 y 13.000 millones de dólares en reservas de oro. No podemos permitir que continúen en bancos extranjeros".