Tras otra noche de perros, Rafael Nadal se entrenaba ayer cuidadosamente entre la humedad de Aorangi Park ante el junior galés Evan Hoyt. De lunes a martes, la temperatura en Londres descendió como 20 grados. "Le he visto moverse bien. Yo no sé cómo Rafa golpea la bola habitualmente, pero sus tiros de hoy me llegaban extraordinariamente pesados", resumía Hoyt. Tras resistir la metralla de Del Potro, pasar por las manos de dos médicos y dos trainers y someterse a una resonancia magnética y una ecografía, todo en menos de 24 horas ahí está Nadal: jugando por las semifinales ante Mardy Fish, en el segundo turno de la Pista 1. Será hacia las 17:30 horas, si el tiempo no lo impide: en la Pista 1 no hay techo.
Ante Del Potro, Nadal sufrió "el pellizcamiento de un tendón en la zona de los peroneos", según el doctor Ignacio Muñoz, de la Federación Española de Tenis. A la vista de la resonancia (noche del lunes) y la ecografía (mañana del martes), Muñoz detectó "una pequeña inflamación del tendón peroneo en la parte externa del tobillo izquierdo, sin que haya lesión propiamente dicha; la inflamación es consecuencia de ese pellizcamiento, que vino porque Rafa se pudo doblar un poco el pie. Ya va condicionado por el miedo de la lesión anterior en ese mismo pie". Continúa Muñoz: "Se trata de un dolor atípico, que también pudo producirse tras cortar las vendas y soltar la sujeción. Afecta al movimiento lateral del pie izquierdo, pero Rafa ha mejorado mucho al modificar el vendaje funcional".