Tomás Díaz-Valdés Ver video completo (Pinchar)
Después de ver el debate de los tres candidatos a la Alcaldía de Madrid el que esto escribe ha llegado a la conclusión de no entender a los políticos. Y digo esto, porque el debate que trasmitió Tele Madrid, que más que un debate fue la exhibición de uno político como la copa de un pino. Fue tal la paliza dialéctica, de datos y de hechos que ofreció el actual Alcalde y candidato Ruiz-Gallardón, que los contendientes no tenían argumentos suficientes para revocar su exposición y respuestas. Aquello era como un fogado catedrático frente a unos alumnos de parvulario. Hasta tal punto, que los opositores, al final, se ofrecieron para colaborar con su apoyo al líder del debate.
Por lo tanto, si los votantes han visto esta “pelea” no tendrán ninguna duda al emitir su voto. Otro tema es el de la ideología. Sin embargo, en una elecciones municipales, como es el caso, hay que quitarse la careta, olvidarse de lo que pueda dictarte el corazón y votar la mejor gestión. Y, en este caso, los datos justifican sobradamente nuestra inclinación de voto.
Lo que sigo sin entender son las disciplinas de partido. En el caso de Ruiz-Gallardón, teniendo en cuenta las criticas de imagen que tiene su líder nacional, Sr. Rajoy, disponiendo de una alternativa como el actual Alcalde de Madrid, no cambia su cabeza. Son temas políticos muy discutibles, que tienen solución fácil. Lo dicho: ¡Incomprensible!
Que el Partido Popular tiene un líder discutible lo vemos todos los días en las encuestas. Tanto de derechas como de izquierdas. Estamos en las mejores circunstancias para cambiar el Gobierno de España, después del descalabro de los últimos años. Sin embargo, a pesar de ello, todavía existen dudas –me refiero por parte del electorado- con el candidato a sustituir a Zapatero; es decir, al Sr. Rajoy.
Creo que el Sr. Rajoy, después de perder las dos últimas elecciones generales, debería ceder los trastos a quienes tienen las máximas posibilidades en la intención de voto de las autonómicas y las municipales de Madrid, como son Esperanza Aguirre ó Ruiz Gallardón. Son dos primeros espadas que están demostrando ser auténticos primeros espadas en todos los niveles de la política.
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