La Policía Nacional sospechó desde el primero momento del principal acusado por el asesinato de Mari Luz Cortés, Santiago del Valle. Así lo ha asegurado este lunes el comisario que coordinó la investigación que terminó en la detención del pederasta, su hermana Rosa y su mujer, Isabel García. El agente ha asegurado, además, que las pesquisas concluyeron que tanto Santiago del Valle como la pequeña onubense "coincidieron en el mismo espacio y en el mismo tiempo". En una nueva sesión judicial, clave en el proceso, el inspector jefe ha afirmado que tanto Del Valle como su esposa incurrieron "en los primeros días en varias contradicciones", referidas la mayoría de ellas a quien estaba en la casa cuando desapareció la niña. "Santiago dijo en un principio que estaba en la casa y había salido un momento a tirar excrementos, mientras que su mujer dijo que cuando se levantó de la siesta no estaban ni su marido ni Rosa".
El comisario ha dicho que tanto una como otra declaración incurrían "en importantes contradicciones", lo que confirmó las sospechas que ya tenía la Policía por los antecedentes policiales de Santiago del Valle y por las declaraciones de profesores y compañeros de los módulos en los que se matriculó, en las que se evidenciaron "su atracción sexual por las niñas". "Se hizo un despliegue de medios inédito en la historia de la Policía de Huelva. Incluso, se registró la basura de la ciudad de varios días bolsa por bolsa.
El agente ha agregado que, para incrementar las sospechas en Del Valle, fue "determinante" el que "abandonaran la ciudad precipitadamente" a la mañana siguiente de la desaparición de Mari Luz. "Cuando fuimos a tomarle declaración, ya no estaban", dijo el comisario, quien aseguró que durante su periplo de más de 50 días por varios puntos de España los Del Valle "estuvieron siempre localizados y controlados".
Estas contradicciones, sumadas al intento de los Del Valle de ocultar su paradero y su intención de marcharse al extranjero, desencadenaron la detención definitiva de Santiago, Isabel y Rosa en Pajaroncillo (Cuenca). El comisario aseguró que ya en su primera declaración el pederasta "se inculpa de manera indirecta al decir que su mujer y su hermana no tenían nada que ver en la desaparición de la niña".