Touron S.A. es la importadora exclusiva para España y Portugal de los célebres motores americanos, Mercury y Mercruiser, además de embarcaciones neumáticas.
Fernando Giquel, Presidente de touron, S.A.
“No quiero ni deseo meterme en política, -comienza diciéndonos el presidente de Touron, S.A, Fernando Giquel Alcocer- pero el Ayuntamiento de Alcobendas nos trata a los empresarios como ciudadanos de tercera".
¿Y eso?
Nos coge casi de la manos y le seguimos. A pocos metros nos enseña lo que es un basurero, árboles que llevan años sin podar, ramas secas caídas sobre las aceras, basura por todos los lados.
"Creo que no es necesario más comentarios, ¿no?", nos pregunta.
Justo en ese momento vemos cómo una grúa municipal está retirando un coche mal aparcado.
¡Mira! -nos indica- para esto sí que tienen vigilancia.
Increpa al agente municipal para que vea lo que acababamos de observar. Y éste le dice: "Esto tienen que denunciarlo en el Ayuntamiento. Se terminó el tema"
Decidimos continuar con la entrevista.
¿Cómo está afectando la crisis a los empresarios de Alcobendas?
-Como a todo el mundo. Nosotros llevamos bajando la facturación desde hace dos años. Y si comparamos nuestras ventas con las que teníamos hace dos años estamos bajo mínimos. Tenemos un sector, como es el de la náutica, que en los tiempos de crisis sufren más las consecuencias. A pesar de todo, seguimos siendo líderes en este sector
¿Y cuál es el secreto para seguir en la cresta de la ola?
-Trabajo y constancia. Rodearse de un equipo homogéneo donde la administración, la técnica y las ventas son una auténtica piña. Tanto es así, que en nuestra historia empresarial los pocos que se han ido, han vuelto. Esto es muy importante.
Tampoco puedo olvidarme de los fundadores de esta empresa, Gonzalo Touron y Leopoldo Pinta. Ellos me enseñaron todo lo que sé. ¿Y quién me iba a decir que en el transcurrir del tiempo sería el presidente de la compañía?
Fernando Giquel, a sus 69 años continúa acudiendo al despacho, dice que aún tiene que orientar a sus hijos. Nos vamos de su despacho. Curiosamente no tiene ordenador, tampoco utiliza el teléfono móvil. Pero, eso sí, está al pie de este cañón.
Ficha de la empresa