A pesar de la crisis económica el tráfico y sus colapsos son ya una costumbre en la Comunidad de Madrid. Los vehículos se amontonan a determinadas horas del día, invadiendo todo tipo de carreteras. Existen soluciones.
Desde hace tiempo rodean a la Comunidad carreteras de pago, capaces de reducir a la mitad el tiempo al volante. Una de ellas es la M-12, carretera que nació con la finalidad de convertirse en la mejor alternativa de comunicación con el Nuevo Barajas, no sólo para acceder desde el centro y norte a la T-4 sino también como punto de conexión rápida entre la A-1 y la M-40 sur.
“En tiempos de recesión, autopistas como la M-12 son un buen remedio anti-crisis porque ayudan a ahorrar. Por lo que cuesta un café, el ahorro es de unos 4,4 euros de media en la factura del taxi”, comenta Rodrigo Baeza, director general de la M-12.
Además, Baeza añade que “la cultura del peaje en España, desde el punto de vista de los usuarios, está poco desarrollada y hay una tradicional (e injustificada) resistencia a pagar peajes. Muchos se preguntan: ‘¿para qué pagar por usar una autopista si puedo viajar gratis?’”.
“En España existe una idea común y equivocada, porque las carreteras no son gratuitas. Son muy costosas y sólo existen dos formas de financiarlas: con impuestos o por peaje. Pagando el peaje, son los usuarios los que, como es justo, asumen el coste de la obra y su mantenimiento”, concluye el director general de la M-12.