OPINIÓN

La Moraleja no tiene voz propia

Ángel S. Sanguino, portavoz Grupo Municipal Socialista de Alcobendas

Ángel S. Sanguino

Jueves 12 de septiembre de 2024
Cuando el Partido Popular de Rocío García llegó al Gobierno municipal de Alcobendas, parecía tener claro su objetivo: hacer y deshacer en La Moraleja como si de un coto privado de caza se tratara. La lógica, aparentemente simple, era que sus vecinos seguirían votándoles, sin importar las decisiones que tomaran. Después de todo, el voto en La Moraleja siempre ha sido de marca y, haga lo que haga el PP, los resultados en las urnas cada cuatro años les favorecen.

El ejemplo más claro de esta desconexión con las necesidades reales de los vecinos es el tráfico rodado, que incrementa día tras día en la urbanización. La solución que ofrece el Gobierno municipal para lidiar con este problema no es la mejora del transporte público o la creación de infraestructuras adecuadas, sino el asfaltado de calles y más calles. Como si una capa de asfalto pudiera ocultar los problemas más profundos que enfrenta este distrito.

Además, se fomenta el aumento de plazas en colegios privados, lo que incrementa aún más el tránsito de coches. O, lo que es peor, se promueve la llegada de nuevos residentes en urbanizaciones que carecen de accesos y servicios suficientes. Todo esto sin una planificación adecuada, con la única respuesta de las autoridades siendo la misma de siempre: más asfalto.

Este ciclo de promesas vacías y soluciones superficiales ha empezado a desgastar la paciencia de los vecinos de Alcobendas, y, sorprendentemente, también de La Moraleja. La fidelidad al Partido Popular, que parecía inquebrantable, empieza a mostrar grietas. Algunos votaron al PP en las municipales de 2023 sin pensar demasiado en las consecuencias para su barrio, pero ahora se están dando cuenta de que, con este Gobierno municipal, la mala gestión solo aumentará.

El intento de construir una residencia en una zona verde de La Moraleja fue la gota que colmó el vaso. ¿Cómo es posible que se siga cargando con más tráfico, más población y más proyectos sin sentido? La razón es simple: el Partido Popular está convencido de que cada cuatro años los votos estarán ahí, pase lo que pase.

Sin embargo, esta vez la estrategia falló. Los vecinos decidieron alzar la voz. Rompieron la barrera ideológica y comenzaron a dialogar con otros partidos, como el PSOE. El resultado fue la paralización del proyecto de la residencia. Aunque el Gobierno municipal lo justifique diciendo que el concurso quedó desierto, la realidad es que el descontento de los vecinos y su acercamiento a otras fuerzas políticas ha puesto en aprietos a Rocío García y su equipo.

Este es un momento crucial para La Moraleja y Alcobendas en su conjunto. Los vecinos han demostrado que tienen voz propia y que no están dispuestos a seguir aplaudiendo frenéticamente el asfalto que solo trae más coches, humo y ruido. El futuro de La Moraleja no debe depender de las viejas promesas del Partido Popular, sino de un proyecto que verdaderamente mejore el entorno urbano y respete las necesidades de sus vecinos.

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