OPINIÓN

Como todos los septiembre, en los primeros días la vuelta al cole toma prioridad absoluta en todos los hogares, donde los niños y no tan niños, son los protagonistas. Y en nuestras urbanizaciones la tranquilidad que hemos disfrutado durante los meses de verano en lo que al tráfico se refiere, vuelve a empañarse, con los atascos que, año tras año, durante el curso escolar nos acompaña. ¿Cuándo se va a tomar medidas para solucionar el problema? ¿Es tan difícil? Esas "mamas" con sus grandes SUV que tienen que dejar a los niños en la misma puerta del colegio, no vaya a ser que se pierdan... Un poco de solidaridad con los conductores no estaría mal.

El fin del verano supone tradicionalmente un cambio en el ritmo de los acontecimientos que nos envuelven. Se diría que al final de las vacaciones se da la salida hacia un futuro que parece se va a acabar si no nos damos prisa. Siempre me ha llamado la atención como lo que podía esperar todo lo necesario en los meses de Julio y Agosto no admite demora después de la primera quincena de Septiembre. En mi opinión estos parones veraniegos no ayudan nada cuando las circunstancias apremian.

Habrán oído mil veces por parte del tripartito que gobierna nuestra ciudad que “Alcobendas en la tercera ciudad en España en facturas de multinacionales”, Habrán oído con repetición cansina por parte de este equipo de gobierno “Innovación”, "Smart Cities”, “Start Ups”, “ecosistema empresarial”, “sostenibilidad”, “Zona de Bajas Emisiones”, “Transformación digital”, “modernización” “gran exposición fotográfica" y un largo etcétera de términos que parecen ser obligatorios hoy en día, y si además no se realiza seguidismo de los mismos, uno corre el peligro de que le tachen de negacionista, estar en contra del progreso, y un millón de sandeces más.

Desde Vox entendemos que las Administraciones Locales deben ser las más cercanas a los vecinos y las que se ocupen, obligatoriamente, de lo que a los ciudadanos lo que más les interesa, como son los servicios básicos, entendiendo como tales, la limpieza, la seguridad en sentido amplio, el mantenimiento de las calles y dotar de la máxima comodidad a los vecinos en sus desplazamientos, en el tráfico y el aparcamiento.

Ya en el curso final, el de la promoción o el fracaso ante el examen electoral del próximo mes de mayo, tiemblan con mal disimulada sonrisa para aparentar confianza en medio del desastre.

¡Que parto! En tan solo los meses que dura un embarazo habrá terminado esta maldita legislatura. Cuatro años perdidos para Alcobendas y para los vecinos. Cuatro años sin nuevas inversiones en las calles y sin nuevos servicios, pero con más de 30 millones de euros de deuda nueva.

Alcobendas va a la deriva desde hace un año, pero no es novedoso ni sorprendente, teniendo en cuenta que la prioridad del alcalde no es otra que no le muevan la silla e incluso no le “corten la cabeza” políticamente hablando, sus propios compañeros.

Atravesamos una etapa en la que el pesimismo y la inquietud por nuestro futuro nos acongojan. Es difícil encontrar alguna noticia en la que podamos apoyarnos para conseguir dosis de esperanza. Y reflexionar sobre tantas desgracias como las que acumulamos desde al menos hace dos años, no sería más que es un ejercicio melancólico que en nada nos ayudará.

Quizás sea por mi formación como Trabajadora Social que siempre he echado de menos, en los artículos de opinión de los portavoces, referencias a las personas mayores de Alcobendas. La mayoría de las veces los discursos van más orientados a descalificar al adversario y a crear un ambiente de crispación que a reflexionar sobre la situación de muchos colectivos que requieren que se ponga la mirada sobre ellos.

La presidenta del Partido Popular de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, nombró hace unos días a los 16 primeros candidatos de los municipios de la Comunidad de Madrid para las elecciones municipales de mayo de 2023. Entre estas designaciones estuvo la mía, como candidata a la alcaldía de San Sebastián de los Reyes.