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El arzobispado toma cartas en el asunto

La capilla de la Iglesia de las Esclavas no se tira "por ahora"

La capilla de la Iglesia de las Esclavas no se tira 'por ahora'

La presión puesta en marcha ha dado sus frutos y las monjas "reculan" de momento

jueves 09 de junio de 2016, 13:57h
Por ahora no se va a permitir que la las monjas de la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús derrumben la capilla de las Esclavas de La Moraleja. Para conseguir este objetivo momentáneo han sido fundamentales las presiones al Arzobispado protagonizadas por la Parroquia de Nuestra Señora de La Moraleja, un grupo de vecinos de la urbanización capitaneado por Peter Hortsmann, la entidad de conservación, este periódico y periodistas de la talla de Alfonso Ussía, además del eco que se ha hecho en otros medios de comunicación nacionales. En el último momento también ha ejercido su parte de presión el Ayuntamiento de Alcobendas.

Decimos por ahora porque hasta que no exista una figura jurídica que prohíba este derrumbe nadie puede garantizar que las monjas no acaben vendiendo el terreno y se derrumbe el emblemático edificio de la urbanización. Por edad, no se puede aún declarar a este edificio como monumento histórico.

Las monjas de la Congregación de Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús han decidido poner a la venta el terreno que les queda en el Paseo Conde de los Gaitanes de La Moraleja. La enjundia de esta intención es que contemplan vender también la capilla de las Esclavas. Ante tal operación, la entidad de conservación y un grupo de vecinos se ha movilizado para “salvar” la iglesia que desde siempre ha estado en La Moraleja. Todos los terrenos cedidos estaban situados en el Paseo Conde de los Gaitanes.

Don Luis Ussía, antaño Conde de los Gaitanes, decidió hace más de tres décadas “ceder” a tres congregaciones religiosas sendas parcelas en La Moraleja para que establecieran una de sus sedes en estos terrenos y posibilitar también el oficio de la santa misa en sus respectivas iglesias. Durante 20 años las diferentes congregaciones estuvieron presentes en la urbanización. A día de hoy, solo queda una pequeña parte de una y esta es la capilla de las esclavas. Decimos una pequeña parte porque las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús ya hicieron un buen negocio hace años vendiendo a Juan Luis Cebrián, mandamás del grupo Prisa, gran parte del terreno que les regaló el Conde de los Gaitanes. En las otras dos antiguas sedes religiosas ahora hay un complejo del BBVA y una residencia privada.

Ante la intención de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, la entidad de conservación ha mandado un escrito al departamento correspondiente de la Comunidad de Madrid para pedir que se conserve la iglesia. Uno de los escollos que se han encontrado los residentes es que la capilla no tiene los años necesarios para ser declarado monumento histórico. Desde el Ayuntamiento de Alcobendas también se están movilizando para tratar de paralizar el derrumbe de este histórico edificio de La Moraleja. A la espera de que se pronuncie la Comunidad de Madrid, un grupo de vecinos ha contactado con el Arzobispado para que también ayude a frenar que desaparezca la iglesia.

Una de las posibles soluciones que se han planteado es mantener la iglesia y que el futuro comprador de este terreno construya la parte interior de las parcelas. Mientras tanto y a falta de que se pronuncien las autoridades solo queda esperar que el sentido común impere para que las monjas hagan menos negocio del que quieren.

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