Rato, encarcelado y libre

El fiscal le acusa de delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. Un hecho que, en cierto modo, afecta al Partido Popular. Son los efectos del ventilador de la mierda que se pone siempre en marcha en época de elecciones. Son las consecuencias del movimiento de fondo, como el caso Bárcenas y otros altos cargos populares detenidos, encarcelados, investigados... Sin embargo, Rodrigo Rato no es un cualquiera dentro de partido que militó hasta que fue apartado tras el caso Bankia y las tarjetas Black. Llegó nada más y nada menos que a director gerente del Fondo Monetario Internacional dimitiendo en el verano del 2007. Desde sus comienzos como diputado por la provincia de Cádiz, en las elecciones de 1982, pasó por importantes cargos con Aznar, hasta alcanzar el puesto de vicepresidente primero del gobierno y siendo uno de los ministro de Economía más prestigiosos.

Este bombazo y los que irán apareciendo de aquí a las elecciones, como su propio nombre indica, van a ser sonados. Esto solo ha hecho que comenzar. Pujol, Matas, empresarios afines, etc. Todo un rosario de detenciones, imputados de los que no escapa ni el tato. Veremos como queda el caso de los Eres andaluces, todo un estiércol de funcionarios, sindicalistas y altos cargos del Gobierno de esa Comunidad. Lo peor es que le toca en la linea de flotación de los dos partidos que, hasta ahora, campan por sus vuelos, los protagonistas del bipartidismo
El pueblo, el ciudadano de a pie esta hasta las narices. Las encuestas realizadas ofrecen un panorama en que pierden muchos apoyos y favorecen a los partidos emergentes con un discurso que la gente quiere escuchar. Tanto para los que tienen ideología de izquierdas como para los de centro y la derecha. Estos hechos favorecen a partidos como Ciudadanos y Podemos. El problema es que estas nuevas agrupaciones no tienen experiencia para gobernar y no han tocado poder.

La clase política esta bajo mínimos. Mucho van a tener que trabajar para limpiar sus virtudes, si es que las tienen. Conocemos gente que militan en los dos partidos dominantes y no dudamos de su honestidad y decencia. Son auténticos profesionales con vocación de ayudar a los ciudadanos. Son la inmensa mayoría. Sin embargo, estos corruptos Caso Pujol y compañía, además de "traidores" a la Constitución como el llamado Arturo Mas, desprestigian la clase política.