La ilustración grafica sirve como radiografía informativa de lo que ha sucedido en Andalucía. Como decía aquél, los del sur son otra cosa. Bien es cierto que el Sur de Europa es España. Sin embargo, dentro de nuestra geografía se dan casos muy dispares y, en ocasiones, incomprensibles.
Después del caso de las ERES y, en consecuencia, la demostrada imputación del PSOE en su conjunto en ésta –quizás poco aireada- corrupción, el partido de la rosa en la mano ha ganado las elecciones. Esto en cualquier país nórdico de la vieja Europa sería incomprensible, pero, aquí –ya lo han visto- es normal. Y no es esto lo más destacable, ya que el Partido Popular ha sufrido uno de los mayores descalabros de la historia reciente. Los hechos están ahí, claros y contundentes.
En Andalucía se ha pasado de tres partidos representados en las más altas instancias gubernamentales a cinco. Esto tiene importancia. Y mucha. Es un tema para debatir y pensar entre los contendientes al poder de nuestro país. Podemos, tercera fuerza política en esta Comunidad, ha saltado al campo de batalla con menos fuerza de la que sus integrantes esperaban, pero están ahí con la llave para dar o quitar la mayoría de las decisiones.
Decía y dice Susana Díaz, la gran vencedora de estas elecciones, que nunca se alinearía con el partido de Pablo Iglesias, ni con Izquierda Unida y, mucho menos, con el Partido Popular. No ha dicho nada de “Ciudadanos”, que también se ha convertido en llave o “bisagra”, como quieran llamarlo, en Andalucía.
Habrá que esperar unos días para deshojar la margarita que tiene en sus manos la primera mujer elegida como Presidenta de la Comunidad Autónoma más habitada de España.
Otro “palo” importante se lo ha llevado Izquierda Unida y, mucho más, el partido de Rosa Diez, UPyD. La formación magenta no tendrá ningún representante en la Cámara de Mando de los andaluces
¿Cómo puede extrapolarse estas circunstancias a España? Respuesta difícil, incluso para los más expertos especialistas en la materia. Las matemáticas nos pueden llevar a errores y más cuando parece que entre los factores condicionantes aparece el corazón y no la cabeza. De lo que no cabe la menor duda, es que la entrada en lucha de Ciudadanos es preocupante para el Partido Popular. Respecto a los votos cosechados por “Podemos”, son considerables pero al ser tan altas tus expectativas lo cierto es que se quedan en aguas de nadie: Ni frio ni calor. El electorado es sabio en su mayoría. Poco a poco irán conociendo las interioridades un partido extremista y poco coherente en sus manifestaciones.
Si (
No(
