Concretamente, estos residentes del distrito de Hortaleza son inquilinos de la promoción Sanchinarro X. Según han contado, llevan sufriendo varias semanas en sus casas el mal suministro de agua corriente y el agua cada día cambia de color. En vez de ser incolora e insípida ha pasado a ser de color marrón repulsivo. Debido a este accidente los vecinos han sufrido diarreas y problemas de salud.
Para paliar el problema del agua a los vecinos del PAU se les suministra con camiones cisterna. El objetivo de este operativo es que los residentes tengan agua potable. Al parecer, según critican los vecinos, todo esto se debe a las prisas con las que el Alcalde Alberto Ruiz Gallardón hizo entrega de estas 300 viviendas de alquiler social destinadas a menores de 30 años. Así mismo, un 8.8% de los residentes presentan alguna minusvalía. La crítica vecinal es que “las casas se entregaron sin retraso pero también sin ser subsanados los problemas del agua corriente para que sus vecinos no tuvieran en la actualidad este grave percance con el suministro. Además, esta promoción, este en plena actualidad informativa, ya que las viviendas fueron adjudicadas a un fondo de inversión con precedentes dudosos como es “Lazora”. Decimos esto porque se adjudicaron a este fondo sin que nadie compitiera con esta compañía en el pliego correspondiente.
Renegociar o renovar sus alquileres es una incógnita para estos vecinos pues no saben si podrán seguir residiendo en sus casas debido a la incertidumbre existente con el fondo de inversión Lazora. Esta compañía se hizo sin competencia alguna con la propiedad de la promoción en 2010. Este hecho no es baladí e implica que todos los adjudicatarios pueden verse expuestos a modificaciones en sus alquileres y los supuestos derechos a compra de las casas que supuestamente se daba con el acceso a las viviendas. Por este y otros motivos, los residentes critican al anterior Alcalde de Madrid. En concreto, denuncian la falta de veracidad Ruíz Gallardón, al que acusan de prometer una opción a compra de estos pisos que luego no se llevó a cabo. Para más inri, los residentes son pagadores de rentas bajas y si se modifican los precios no podrán afrontar el nuevo alquiler de la nueva empresa adjudicataria. Ante este es panorama, muchos de ellos tendrán que abandonar sus residencias y posiblemente acabaran en la calle si no se les realoja en otros pisos con tarifa similar.
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